Perspectivas de los sectores

Servicios profesionales

Cuestiones clave para el sector que se reflejan actualmente en la selección de riesgos

La alta posición dentro de la clasificación que ocupan los ciberataques y las violaciones de datos y los daños a la reputación o la marca probablemente reflejen la preocupación del sector de los servicios profesionales por poseer grandes volúmenes de información sensible de los clientes que podría ser robada o usada ilícitamente. Un incidente cibernético perjudicial también puede dar lugar a una intervención reglamentaria, a pérdidas de la persona asegurada y a reclamaciones de terceros. La creciente digitalización, la conectividad y la movilidad de la mano de obra aumentan la exposición a estos riesgos. El aumento de la actividad y del interés de las autoridades reguladoras da lugar a investigaciones y reclamaciones reglamentarias más frecuentes e intensas, con la posibilidad de que se produzcan graves daños a la reputación y un colapso financiero. Las preocupaciones sobre la responsabilidad social corporativa (RSC) y sobre la cuestión de medioambiente, social y de gobernanza (ESG), la expansión de las obligaciones legales y reglamentarias, el riesgo de convergencia del sector, el aumento de la competencia, el rápido cambio tecnológico y las tensiones geopolíticas son cuestiones cada vez más desafiantes para el sector de los servicios profesionales y podrían causar daños a la reputación y a la marca. Las empresas se enfrentan a una gran volatilidad en el entorno empresarial mundial, agravada por la pandemia de COVID-19 y la consiguiente desaceleración económica. Algunos tipos de empresas de servicios profesionales también tienen dificultades para obtener una capacidad de seguro suficiente para la responsabilidad profesional y civil, incluidos errores y omisiones.

Sorpresas en los 10 principales riesgos seleccionados

La responsabilidad civil dejó de ser uno de los 10 riesgos principales en 2021, un resultado sorprendente teniendo en cuenta los importantes y continuos riesgos del sector en este ámbito, aumentados por el creciente riesgo de acciones por parte de las autoridades reguladoras. El décimo puesto en la clasificación que ocupan los cambios normativos o legislativos es sorprendentemente bajo, de nuevo debido al aumento de las actividades y declaraciones de intenciones de las autoridades reguladoras de todo el mundo. Por último, la alta clasificación de la interrupción de negocio es algo sorprendente, dado que las empresas de servicios profesionales demostraron su capacidad para mantener las actividades, operaciones y flujos de trabajo necesarios durante la pandemia, y se adaptaron rápidamente a trabajar desde casa. La clasificación podría reflejar la preocupación por la creciente dependencia en las infraestructuras no físicas fundamentales y en las cadenas de suministro.

Los riesgos más infravalorados

El riesgo de responsabilidad civil varía según el segmento, pero el sector ha experimentado un aumento de las reclamaciones de gran envergadura, en particular aquellas que afectan a los bufetes de abogados y a las consultoras, junto con un incremento importante en el coste de la defensa de reclamaciones complejas en todos los segmentos. En algunos segmentos, las reclamaciones son cada vez más diversas en lo que respecta a las líneas de servicio afectadas, a las supuestas infracciones y a las partes que las presentan. Las reclamaciones reglamentarias están aumentando en Estados Unidos y la EMEA, lo que sugiere que el riesgo está infravalorado. Entre las empresas estadounidenses, las medidas reglamentarias derivan con mayor frecuencia de las violaciones de las leyes que rigen el comportamiento en otras jurisdicciones, como la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero. Cada vez es más preocupante que las medidas reglamentarias locales (que alegan fallos en el trabajo realizado para un cliente regulado, como una entidad financiera) que se tomen contra una empresa de servicios profesionales en una parte del mundo puedan ser recogidas y emprendidas por las autoridades reguladoras estadounidenses (por ejemplo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos) si la empresa tiene su sede o una presencia importante en Estados Unidos.

Desafíos a los que se enfrentará el sector en los próximos 3 años y qué pueden hacer las organizaciones para afrontarlos

Las empresas deben prever una mayor supervisión por parte de las autoridades reguladoras en la prestación de determinados tipos de servicios profesionales regulados. La creciente competencia por el talento exige nuevas estrategias y políticas de contratación y retención. Las plantillas multigeneracionales y cada vez más diversas impulsarán la necesidad de soluciones de compensación y beneficios altamente innovadoras y flexibles. El sector necesitará inversiones específicas para proteger los datos personales y comerciales confidenciales y para mejorar la calidad y la eficiencia de la prestación de servicios. La creciente dependencia en los activos intangibles y en las infraestructuras no físicas hará que se preste atención a los riesgos de primer interesado y de terceras partes relacionadas, lo que exigirá técnicas y metodologías de valoración de activos intangibles más precisas (y generalmente aceptadas), cuantificación y modelización de riesgos y soluciones de financiación de riesgos más amplias y con mayor capacidad de respuesta. La interrupción de negocio por eventos no físicos y los riesgos de la cadena de suministro seguirán evolucionando y aumentando en importancia, lo que impulsará la necesidad de herramientas y recursos de cuantificación y modelización del riesgo, así como de soluciones de financiación del riesgo más amplias y con mayor capacidad de respuesta. Por último, la evolución de los riesgos de responsabilidad civil impulsará la necesidad de contar con herramientas de captación de clientes sensibles al riesgo, una mejor formación en materia de prevención de pérdidas y análisis específicos para fundamentar mejor la toma de decisiones en materia de gestión de riesgos y finanzas.

Cómo los nuevos retos exigirán que las empresas cambien sus métodos para abordar la gestión y mitigación de riesgos

Las empresas de servicios profesionales tendrán que aprovechar el mayor acceso a datos sólidos sobre riesgos y pérdidas para la cuantificación y modelización continuas de los riesgos nuevos y emergentes. Pueden orientar los controles y las medidas de prevención de pérdidas de y riesgos basándose en el análisis de las nuevas tendencias de pérdidas y en las reflexiones analíticas pertinentes. También tendrán que mejorar sus planes de mitigación de pérdidas y de respuesta a incidentes para hacer frente a los riesgos nuevos y emergentes. La volatilidad de los riesgos y los riesgos catastróficos son cada vez más difíciles de gestionar, lo que hace necesario disponer de información, actualizaciones, alertas y análisis de riesgos específicos del sector; una cuantificación y modelización de riesgos y soluciones de financiación de riesgos tradicionales y no tradicionales. Las empresas tendrán que ampliar o modificar sus estrategias de financiación de riesgos para hacer frente a los riesgos nuevos y emergentes, incluyendo el uso de cautivas, prefinanciación estructurada, compañías abridoras, seguros directos y/o reaseguros.

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