Riesgo para las personas

Visión general

Un tema recurrente en el informe de este año se relaciona con una categoría de riesgo que podemos describir a grandes rasgos como "riesgo de personas". Aunque la encuesta no planteaba ninguna pregunta sobre el riesgo de personas como tal, este riesgo va de la mano de dos riesgos que se encuentran entre los 15 primeros puestos: no poder atraer o retener a los mejores talentos (clasificado en el número 13) y la escasez de fuerza laboral (clasificado en el número 14). Otros 10 riesgos de la lista de 60 también implican riesgos de personas. Entre ellos se encuentran los accidentes laborales, el envejecimiento de la fuerza laboral, el ausentismo, la planificación de sucesión inadecuada, el fraude o la malversación, el robo, el acoso o la discriminación, las brechas salariales de género, la extorsión y el secuestro y el rescate. Además, muchos otros riesgos (por ejemplo, el aumento de los costes sanitarios, el riesgo de pérdida de propiedad intelectual y, sobre todo, el riesgo cibernético) también incluyen un componente de riesgo para las personas. La confluencia del teletrabajo, el aumento del estrés y la falta de compromiso de los empleados durante la pandemia no han hecho más que reforzar el axioma de que los trabajadores son el eslabón más débil de la ciberseguridad. El trabajo desde casa ha supuesto para los trabajadores una mayor responsabilidad en el mantenimiento de buenas prácticas de ciberseguridad. Además, los empleados estresados y desconectados son más propensos a cometer errores al utilizar la tecnología o a burlar deliberadamente las medidas de ciberseguridad. Estas acciones exponen a los empresarios a una serie de riesgos, como la pérdida de la propiedad intelectual, las medidas punitivas o el daño a la reputación. El número de incidentes de ciberseguridad atribuidos a personas con información privilegiada ha aumentado un 47 por ciento desde el inicio de la pandemia. Ahora más que nunca, estos riesgos de personas que están interconectados ponen de manifiesto la creciente importancia de la colaboración entre los responsables de riesgos y el director de recursos humanos en la gestión de estos temas de riesgo. Si lo miramos desde esta perspectiva más amplia, la magnitud de los riesgos de personas se vuelve más clara. Los riesgos de personas se subestiman en las organizaciones y deberían incorporarse en el programa de los gestores de riesgos y de los cuerpos directivos. Esto es especialmente cierto a la luz de otro tema que surgió del informe de este año: que los activos humanos son más importantes que nunca. La preocupación por la escasez de fuerza laboral se situó en el puesto número 14 en 2021, frente al puesto 29 de 2017. La escasez de fuerza laboral suele ser el resultado de un desajuste entre las competencias necesarias y el talento disponible. A diferencia de los trabajos del pasado, que exigían aptitudes físicas y habilidades de comunicación y computación básicas, los trabajos actuales requieren cada vez más una mezcla de habilidades técnicas específicas, fluidez de datos y análisis, una mentalidad creativa, agilidad, curiosidad y competencias emocionales. La crisis de COVID-19 exacerbó el desajuste de talento al acelerar la transformación digital en muchos sectores, aumentando la necesidad de nuevas habilidades y competencias. Además, la acelerada convergencia industrial como resultado de la transformación digital ha supuesto una mayor competencia por los mismos talentos. Por ejemplo, las empresas financieras están reinventando sus propuestas de valor para los empleados para poder competir por el talento digital con el sector tecnológico, que es conocido por ofrecer salarios elevados, atractivas oportunidades de participación en el capital y espacios de trabajo y beneficios innovadores. Por otra parte, la pandemia obligó a muchas empresas a cambiar a un modelo de trabajo a distancia o trabajo híbrido, una tendencia que parece que va a perdurar. Por un lado, las empresas se benefician de esta tendencia ya que pueden acceder a los talentos existentes a nivel mundial; los trabajadores de países como China, Singapur y Corea del Sur, que han invertido mucho en el ámbito digital, están especialmente demandados. Por otro lado, otras innumerables empresas también compiten por acceder a esa misma fuerza laboral. La pandemia también provocó que una cantidad sin precedentes de empleados abandonaran sus puestos de trabajo. Un artículo de artículo publicado por el Foro Económico Mundial cita encuestas de Microsoft que muestran que el 41 por ciento de los trabajadores de todo el mundo están pensando en dejar sus actuales empresas, una tendencia conocida como "la gran dimisión". Las empresas de muchos sectores están rediseñando sus estrategias de personal para atraer al talento y retenerlo y seguir siendo relevantes como empleadores. Esto incluye el diseño de la organización, la estrategia de ubicación, las políticas de teletrabajo, los requisitos de talento para el futuro mundo del trabajo y los planes para desarrollar, atraer y retener a las personas. Las empresas que no cuentan con estrategias eficaces para competir por el talento corren un alto riesgo de caer en declive.

Riesgo de personas por región

El envejecimiento de la fuerza laboral y los problemas de salud relacionados con él ocupan el número 35 de la lista de riesgos de este año; sin embargo, se trata de una tendencia predominante en muchos países del G-20, lo que sin duda contribuye a que el riesgo de escasez de fuerza laboral ocupe el primer lugar. Según un informe de la Oficina Internacional del Trabajo y la OCDE, durante la próxima década la fuerza laboral se reducirá en China, Francia, Alemania, Italia, Japón, Corea, Rusia y España. Por otra parte, Australia, Brasil, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía tienen más jóvenes que puestos de trabajo disponibles para ellos. "Convertir el dividendo demográfico en fuerza laboral cualificada para atraer inversiones y crear empleo será crucial en estos países", señalan los autores del informe. Los encuestados de solo dos regiones, América del Norte y Asia-Pacífico, incluyen la incapacidad para atraer a los mejores talentos entre sus listas de los 10 riesgos principales. Las empresas estadounidenses, en particular, respondieron agresivamente a la crisis de COVID-19 con medidas de reducción de personal o despidos. Ahora, muchas de esas mismas empresas están luchando por volver a completar sus filas en medio de una guerra general por el talento. Las empresas estadounidenses también son más propensas a utilizar la contratación como estrategia principal para adquirir nuevas habilidades, en comparación con las organizaciones europeas, que son más propensas a abordar un desajuste con el reciclaje profesional. Europa se ha quedado atrás con respecto a Estados Unidos y Asia-Pacífico en el camino de la transformación digital, lo que puede explicar por qué los encuestados de la región de EMEA clasifican este riesgo más bajo (en el puesto 14) que sus homólogos regionales. Un artículo de Euronews informa de que menos de una quinta parte de las empresas europeas están "altamente digitalizadas" y solo el 12 por ciento utiliza análisis de macrodatos, según la Comisión Europea. De hecho, la capitalización bursátil combinada de todas las empresas tecnológicas europeas fundadas desde el año 2000 es inferior a la de Amazon o Apple por sí solas, informa Tech Monitor. Por otra parte, Asia tiene el potencial de adelantarse al resto del mundo en la transformación digital teniendo en cuenta la magnitud de sus mercados e inversiones y la enorme proporción de graduados en CTIM que hay en la región. Sin embargo, la demanda de talentos con las habilidades y competencias necesarias está superando la oferta, y las empresas multinacionales representan una seria competencia por el talento de la región. Los retos en materia de talento están frenando el potencial de crecimiento de Asia. Japón se enfrenta a los retos demográficos más complejos a causa de la disminución y envejecimiento de su población. China, que también tiene una fuerza laboral que disminuye y una sociedad que envejece rápidamente, pronto se enfrentará a una escasez de profesionales para cubrir puestos relacionados con la tecnología. La India tiene una de las poblaciones en edad de trabajar más grandes del mundo; sin embargo, también tiene una de las tasas más bajas de fuerza laboral femenina del mundo. Además, la India es conocida por la disparidad entre el aprendizaje en el aula y la aplicación práctica, con una educación que no cumple con los estándares mundiales. Indonesia, con 250 millones de habitantes, es el cuarto país del mundo con más población, pero también tiene demasiados trabajadores no cualificados y poco cualificados. Este desajuste afecta hasta al 25 por ciento de la población activa y se prevé que perdure, según la OCDE. Por último, ni la incapacidad para atraer a los mejores talentos ni la escasez de fuerza laboral se encuentran entre los 10 riesgos principales en América Latina u Oriente Medio y África. Los riesgos más frecuentes en estas regiones son la desaceleración económica, la interrupción de negocio, el riesgo en precio de productos básicos y la fluctuación del tipo de cambio.

Riesgo de personas por función

Los encuestados que desempeñan funciones en la alta dirección de la empresa situaron la incapacidad para atraer a los mejores talentos en un lugar más alto en sus listas de riesgos que los gestores de riesgos o los gestores financieros. Todos los encuestados del cuerpo directivo incluyeron este riesgo entre sus 10 riesgos principales, y los directores generales y los presidentes lo situaron en el número tres. Por contra, ninguno de los encuestados con funciones de gestión incluyó este riesgo entre sus 10 principales, lo que apunta a un enfoque de gestión de riesgos menos integrado entre los riesgos corporativos y los riesgos de personas.

Metodología

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