8. Fallo en la cadena de suministro o la distribución

En la madrugada del 23 de marzo de 2021, el Ever Given, uno de los buques portacontenedores más grandes del mundo, con capacidad para 20.000 contenedores, se vio envuelto en una fuerte tormenta de arena cuando viajaba hacia el puerto de Rotterdam, en los Países Bajos, a través del Canal de Suez. Al perder su capacidad de gobierno por el fuerte viento, el buque encalló y quedó encajado lateralmente en la vía navegable, lo que provocó que 370 barcos quedaran atascados a ambos lados del Canal, entre ellos otros cinco portacontenedores de tamaño similar. Los expertos declararon a la BBC que alrededor del 12% del comercio mundial (alrededor de un millón de barriles de petróleo y aproximadamente el 8% de gas natural licuado) pasa por el Canal de Suez cada día, por lo que el valor de las mercancías retrasadas cada hora se estimó en 400 millones de dólares. El bloqueo del Canal de Suez no sólo afectó a la industria naviera mundial. Innumerables empresas, desde proveedores de transporte doméstico hasta minoristas, supermercados y fabricantes, también se vieron afectadas negativamente. El bloqueo agravó aún más los males causados por la pandemia, amenazó el frágil flujo de materias primas, piezas y bienes de consumo, y frustró la incipiente recuperación económica. Mientras tanto, nuevos brotes de la variante Delta de COVID-19 en el sudeste asiático han paralizado el sector fabril de la región, interrumpiendo las cadenas de suministro mundiales de productos como guantes de goma, semiconductores y vehículos utilitarios deportivos (SUV). La empresa japonesa Daihatsu Motor interrumpió su actividad en cuatro fábricas de Japón durante 17 días porque el aumento de los casos de coronavirus en Malasia y Vietnam provocó una grave escasez de piezas. En Vietnam y Tailandia, las fábricas que suministraban piezas y productos a empresas multinacionales como Samsung, Foxconn y Nike también se vieron obligadas a cerrar. Además de la pandemia, el cambio climático también ha causado estragos. En el momento de redactar este informe, los incendios forestales en Australia y el oeste de Estados Unidos, las inundaciones en China y Europa y las sequías en América del Sur ya están interrumpiendo el suministro de todo tipo de productos, desde la madera hasta el chocolate. Y lo que es más importante, el aumento de los ciberataques ha provocado mayores interrupciones en la cadena de suministro. Por ejemplo, los ataques de ransomware están amenazando al sector naviero, que depende en gran medida de la interacción entre una serie de sistemas digitales diferentes, desde los puertos y las ciudades hasta los buques individuales y las empresas que los poseen. Los trastornos resultantes de estas interrupciones han agravado la preocupación de las empresas. En la Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2021 de Aon, el fallo en la cadena de suministro o la distribución, que ocupaba el puesto 19 en la encuesta de 2017, vuelve a situarse en la lista de los 10 principales riesgos por primera vez desde 2009. Los participantes la situaron en el puesto ocho de la encuesta de 2021. La pérdida de ingresos por este riesgo en los últimos 12 meses ha aumentado del 21% al 35%, mientras que la preparación frente al riesgo ha disminuido del 70% al 63%. Los resultados coinciden con los de la encuesta COVID-19 Risk Management and Insurance Survey de Aon, en la que el 36% de las empresas encuestadas citaron la interrupción de sus cadenas de suministro y casi el 20% tuvieron problemas para abastecerse de materias primas.

No es de extrañar que los sectores del comercio minorista y de los bienes de consumo consideren el fallo en la cadena de suministro o la distribución como el principal riesgo. Según dos encuestas realizadas por la Asociación Nacional de Tiendas de Conveniencia de Estados Unidos, dos de cada cinco minoristas de tiendas de conveniencia estadounidenses afirman que hubo niveles "significativos" de interrupción en la cadena de suministro durante el segundo trimestre de 2021, y el 86% informó de que al menos el 10% de sus pedidos se vieron interrumpidos. Además, dos de cada cinco proveedores del sector declararon que se enfrentaban a niveles "significativos" de interrupción de las materias primas necesarias para elaborar sus productos. A nivel regional, los participantes de Europa y América del Norte, donde empresas de todos los tamaños dependen en gran medida de las cadenas de suministro internacionales para producir equipos médicos, productos farmacéuticos, automóviles, tecnología, juguetes y prendas de vestir, entre otros, clasifican este riesgo en el puesto cinco y seis, respectivamente. El aumento de la demanda, unido a los eventos imprevistos, supuso un duro golpe para las empresas de estas regiones. A corto plazo, los problemas de la cadena de suministro mundial podrían limitar la producción de muchas empresas de los sectores manufacturero y de servicios, al tiempo que harían subir los precios, ya que la demanda superaría a la oferta. Los peligros que pueden causar interrupciones en la cadena de suministro pueden ser muy amplios, desde pandemias y ciberataques hasta el cambio climático, la inestabilidad política, los fallos crediticios y los retiros de productos. A medida que los consumidores y los gobiernos exigen un cambio, la manera en que las empresas hacen negocios se somete a escrutinio. De cara al futuro, el riesgo de ESG podría convertirse en la mayor amenaza para la cadena de suministro mundial. Aon clasifica el riesgo de la cadena de suministro compleja como uno de los seis grandes riesgos a los que se enfrentan las empresas hoy en día, junto con la pérdida de la propiedad intelectual, los ciberataques, el daño a la reputación, el cambio climático y la pandemia de COVID-19, todos ellos interconectados y en rápida evolución. Tienen exposiciones de larga cola pero soluciones de transferencia de riesgo limitadas. Lori Goltermann, Directora Ejecutiva de Clientes Empresariales de Aon, afirma que la pandemia ha servido de llamada de atención, obligando a las empresas a considerar cuidadosamente los "cisnes grises" (grey swans), aquellos eventos importantes que es poco probable que ocurran pero que son cada vez más comunes, y cómo podrían afectar a sus cadenas de suministro y sus operaciones en general. Además de una pandemia, otros "cines grises" podrían manifestarse en forma de grandes ataques a la ciberseguridad, incidentes climáticos importantes y guerras mundiales. Lambros Lambrou, Director Ejecutivo de Soluciones de Riesgo Comercial de Aon, aconseja a las empresas que empiecen a planificar con antelación y se centren en dar forma a los procesos de principio a fin, en lugar de centrarse sólo en una parte de la cadena. Deben mejorar en la comprensión de las conexiones de la cadena y utilizar con precisión los datos y la tecnología de sensores para ver sus puntos débiles, de modo que puedan protegerse contra riesgos que antes no habrían sido cubiertos. "Ahora podemos utilizar diferentes conjuntos de datos que nos permiten no sólo entender cómo pueden evolucionar los riesgos, sino también dónde podemos vincularlos a un producto de transferencia de riesgos que proporcione una solución integral", dice Lambrou. El riesgo en la cadena de suministro se está volviendo cada vez más concentrado, más frecuente y con una definición más amplia, y los desafíos en el mercado de los seguros pueden contribuir a la magnitud del problema. En particular, la cobertura contingente de interrupción de negocio se encuentra bajo un escrutinio creciente. Ha habido más restricciones causadas por la creciente complejidad de la internacionalización y la globalización del comercio, así como por el crecimiento de la tecnología y las soluciones logísticas.

Las cuestiones de cobertura se centran en lo siguiente:

  • Cuestiones cuantitativas. Estas cuestiones se refieren al "quién" y el "dónde" que afectan a las agregaciones y acumulaciones para las aseguradoras, y a su potencial impacto financiero desconocido.

  • Cuestiones cualitativas. Identificar y comprender los principales cuellos de botella. Adoptar una combinación de enfoques de gestión de riesgos, incluidos los planes de continuidad del negocio, los planes de recuperación de desastres, COPE (Construcción, Ocupación, Protección, Exposición) y los proveedores alternativos o de doble fuente.

  • Aumento de la gravedad y la frecuencia de las pérdidas.

  • Algunos sectores verticales, como las ciencias de la vida, la tecnología y la manufactura compleja, presentan mayores exposiciones y problemas.

  • Riesgos relacionados con daños no físicos que provocan la interrupción de negocio.

Ante la pandemia y un panorama de riesgos cambiante, las cadenas de suministro mundiales se están poniendo a prueba hasta el límite. La cadena de suministro "justo a tiempo", que se basa en el coste y la eficiencia, debe responder ahora a estos nuevos riesgos. No hacerlo no es una opción. Una cadena de suministro fuerte, resiliente y adaptable es fundamental para la supervivencia y el crecimiento de las empresas. Para cumplir con esta necesidad, los líderes empresariales deben tomar una serie de medidas, que incluyen acordar qué contratos, clientes y productos necesitan protección en primer lugar, entender a sus proveedores y a los proveedores de éstos, cuantificar los riesgos y eliminar las barreras entre departamentos. A menudo, una crisis puede brindar oportunidades para remodelar los modelos operativos existentes e impulsar la innovación. Si se preparan ahora para los posibles eventos, las empresas podrán tomar mejores decisiones en el futuro y estar preparadas para prosperar en un entorno empresarial volátil y cambiante.

Clasificación en encuestas anteriores

Clasificación por región

Top 10 Riesgos

9. Aumento en la competencia

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